El cuerpo ideal, rápido y sin esfuerzo
El almanaque, el clima y las vidrieras indican que, indefectiblemente, el calor está por llegar y, esta vez, para quedarse. Al parecer, la idea de las vacaciones, las fiestas de fin de año, la ropa liviana, los kilos extra que trae el invierno -y que camperas y tapados ayudan a ocultar- influyen en muchas mujeres y en cada vez más hombres a la hora de comenzar un tratamiento de adelgazamiento o de estética.
Para muchos se trata de una especie de complemento con la actividad física mientras que para otros -menos acostumbrados a mover el cuerpo- es una alternativa al gimnasio y una manera de obtener resultados más cómodamente. Hay quienes, además, suman el beneficio de sentirse atendidos y mimados un par de veces a la semana.
Es que a muchos les seduce la idea de recibir masajes (manuales, con rodillos o electrodos) que, al mismo tiempo, le ayuden a modelar el cuerpo o a reducir la celulitis.
Desde los centros de estética coinciden en que la temporada alta comenzó en agosto. Por eso, los pocos que aún mantienen promociones anuncian que son los últimos días. Es que, al parecer, los clientes arrecian a pesar de que el precio de la puesta a punto en un par de meses parte, aproximadamente, de los $500 por persona.
Es preciso aclarar que la cantidad de tiempo y dinero a invertir no sólo dependerá del sobrepeso sino también del tipo de resultados que se busquen.
"En general, los tratamientos no son prolongados y van de uno a tres meses", explicó Nancy Muñoz, directora de Mafar. La nutricionista explicó que aunque ya cuentan con una cartera de clientas que llegan con cada primavera, es común que algunas mujeres arriben al instituto porque de repente "descubrieron" que tenían más celulitis de la pensada o debido a que aumentaron algunos kilos durante los meses de frío.
La tarea de reducir y modelar el cuerpo se complementa con la tonificación muscular a través de electrodos. "Sin esto, no tendría sentido el resto", afirmó Muñoz quien agregó que no desatienden la parte nutricional.
Por su lado, Gloria Mattana de Fit & Ligth hizo hincapié en que su instituto trabaja de manera integral no sólo para eliminar adiposidades difíciles -entre otros "terrores femeninos"- sino que también se apunta a los planes de alimentación así como a la clínica endocrinológica.
"El 30 por ciento de nuestra clientela posee problemas de obesidad, pero el resto viene por detalles más puntuales", admitió Mattana quien agregó que ofrecen sesiones de mantenimiento una vez que se termina el tratamiento.
Alejandra De Antonio, al frente de Espacio Relax, coincidió en que las consultas aumentan con los primeros calorcitos de agosto, pero aclaró que su centro de estética y relajación insiste en el bienestar general que excede los cuatro meses previos al verano. "Los milagros no existen.
Por eso le proponemos a nuestros clientes que vengan tres veces por semana a la parte de relax, pilates o estética con la aparatología correspondiente durante, al menos, siete meses para percibir los cambios", expresó y dijo que, además, ofrecen planes nutricionales y trabajan con cosmética de primera línea.
A mover el cuerpo
Aunque muchos intentan cambiar la actividad física con los tratamientos de estética, hay que tener en cuenta que son cosas muy diferentes y con distintos fines. La gimnasia se plantea como un hábito saludable a mantener en el tiempo y que posee beneficios que van desde la posibilidad de bajar de peso hasta la de crear lazos sociales en un ambiente distendido.
"Creo que los masajes y lo que se denomina drenaje linfático son herramientas útiles a la hora de eliminar líquidos o de modelar un poco el cuerpo. No me parece que le sirva tanto a las personas que poseen mucho sobrepeso.
En este caso, hay que plantearse cambiar los hábitos alimenticios y de actividad a largo plazo", expresó la profesora de Educación Física Adriana Fernández, al frente de Vital Gym, un gimnasio en el barrio Cementista.
Este es el objetivo del centro de adelgazamiento Grupo Charcas. "No somos un lugar de estética, sino que apuntamos a la salud. Por eso, nos basamos en un programa intensivo de actividad física personalizada y monitoreada", detalló Leonardo Pascón -al frente del emprendimiento.
Nutricionistas, psicólogos, kinesiólogos (que trabajan en la prevención de dolencias en las personas con sobrepeso) y médicos se suman al trabajo de los profesores que trabajan de manera cotidiana con los pacientes. Aquí, el tratamiento básico es de cuatro meses, las promociones se mantienen y se reciben obras sociales.
Las opciones están planteadas. Los especialistas recomiendan, a los que puedan y deseen un físico envidiable, combinar las técnicas de estética con la actividad física. Un placer para pocos.
Para muchos se trata de una especie de complemento con la actividad física mientras que para otros -menos acostumbrados a mover el cuerpo- es una alternativa al gimnasio y una manera de obtener resultados más cómodamente. Hay quienes, además, suman el beneficio de sentirse atendidos y mimados un par de veces a la semana.
Es que a muchos les seduce la idea de recibir masajes (manuales, con rodillos o electrodos) que, al mismo tiempo, le ayuden a modelar el cuerpo o a reducir la celulitis.
Desde los centros de estética coinciden en que la temporada alta comenzó en agosto. Por eso, los pocos que aún mantienen promociones anuncian que son los últimos días. Es que, al parecer, los clientes arrecian a pesar de que el precio de la puesta a punto en un par de meses parte, aproximadamente, de los $500 por persona.
Es preciso aclarar que la cantidad de tiempo y dinero a invertir no sólo dependerá del sobrepeso sino también del tipo de resultados que se busquen.
"En general, los tratamientos no son prolongados y van de uno a tres meses", explicó Nancy Muñoz, directora de Mafar. La nutricionista explicó que aunque ya cuentan con una cartera de clientas que llegan con cada primavera, es común que algunas mujeres arriben al instituto porque de repente "descubrieron" que tenían más celulitis de la pensada o debido a que aumentaron algunos kilos durante los meses de frío.
La tarea de reducir y modelar el cuerpo se complementa con la tonificación muscular a través de electrodos. "Sin esto, no tendría sentido el resto", afirmó Muñoz quien agregó que no desatienden la parte nutricional.
Por su lado, Gloria Mattana de Fit & Ligth hizo hincapié en que su instituto trabaja de manera integral no sólo para eliminar adiposidades difíciles -entre otros "terrores femeninos"- sino que también se apunta a los planes de alimentación así como a la clínica endocrinológica.
"El 30 por ciento de nuestra clientela posee problemas de obesidad, pero el resto viene por detalles más puntuales", admitió Mattana quien agregó que ofrecen sesiones de mantenimiento una vez que se termina el tratamiento.
Alejandra De Antonio, al frente de Espacio Relax, coincidió en que las consultas aumentan con los primeros calorcitos de agosto, pero aclaró que su centro de estética y relajación insiste en el bienestar general que excede los cuatro meses previos al verano. "Los milagros no existen.
Por eso le proponemos a nuestros clientes que vengan tres veces por semana a la parte de relax, pilates o estética con la aparatología correspondiente durante, al menos, siete meses para percibir los cambios", expresó y dijo que, además, ofrecen planes nutricionales y trabajan con cosmética de primera línea.
A mover el cuerpo
Aunque muchos intentan cambiar la actividad física con los tratamientos de estética, hay que tener en cuenta que son cosas muy diferentes y con distintos fines. La gimnasia se plantea como un hábito saludable a mantener en el tiempo y que posee beneficios que van desde la posibilidad de bajar de peso hasta la de crear lazos sociales en un ambiente distendido.
"Creo que los masajes y lo que se denomina drenaje linfático son herramientas útiles a la hora de eliminar líquidos o de modelar un poco el cuerpo. No me parece que le sirva tanto a las personas que poseen mucho sobrepeso.
En este caso, hay que plantearse cambiar los hábitos alimenticios y de actividad a largo plazo", expresó la profesora de Educación Física Adriana Fernández, al frente de Vital Gym, un gimnasio en el barrio Cementista.
Este es el objetivo del centro de adelgazamiento Grupo Charcas. "No somos un lugar de estética, sino que apuntamos a la salud. Por eso, nos basamos en un programa intensivo de actividad física personalizada y monitoreada", detalló Leonardo Pascón -al frente del emprendimiento.
Nutricionistas, psicólogos, kinesiólogos (que trabajan en la prevención de dolencias en las personas con sobrepeso) y médicos se suman al trabajo de los profesores que trabajan de manera cotidiana con los pacientes. Aquí, el tratamiento básico es de cuatro meses, las promociones se mantienen y se reciben obras sociales.
Las opciones están planteadas. Los especialistas recomiendan, a los que puedan y deseen un físico envidiable, combinar las técnicas de estética con la actividad física. Un placer para pocos.
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